Fuente: Cancillería Argentina

En el marco de la celebración del 9 de julio y la firma del Pacto de Mayo, el Presidente de la Nacion Javier Milei pronunció un discurso de poco más de 38 minutos. Estos eventos de gran importancia institucional suelen tener discursos bien preparados que vale la pena analizar. Todavía «en caliente» señalaremos algunos detalles observados y ciertos tips que pueden servir a cualquier orador/a, no solo político.

El contexto estuvo precedido por tironeos propios de las peleas políticas e interpretaciones acerca de las presencias y ausencias en la firma del Pacto de Mayo. En su inicio, Milei no menciona a todas las autoridades presentes como se estila en los discursos protocolares. Es sabido que Milei desdeña «las formas» y busca diferenciarse de los políticos tradicionales. De todas maneras en el discurso agradece a los dirigentes asistentes. Y posteriormente también critica a los dirigentes que no asistieron a «suscribir este (SIC) acta fundamental». En los discursos polémicos es frecuente la estrategia de reforzar a los adherentes y confrontar con los contrarios. Esto va más allá de «la grieta», es un recurso semiótico útil si querés construir poder a través de las palabras. Ojo, recomendable solo par discursos polémicos y no para todos los casos.

Volviendo a la alocución, toda completa fue un discurso leído. Los ojos de Milei no se despegaron de sus hojas y no hizo ningún contacto visual ni con la cámara ni con el público. Las manos (tan importantes para reforzar el mensaje de alguien que enseña o que combate) estuvieron ausentes en este partido. Se dedicaron a agarrar el atril y solo se vieron cuando pasaba las páginas. La única excepción, cuando Milei se «libera» del guión escrito, es en el cierre, cuando agradece y pronuncia su marca registrada «¡Viva la libertad, carajo!» posterior al tradicional «¡Viva la Patria!»

Recursos positivos

Siempre suma la referencia al contexto cercano de los oyentes. Ya lo ejemplificamos en un discurso en Rosario, aquí, la mención a “Juan Bautista Alberdi que nació en esta misma ciudad y cuyos restos yacen a pocos metros de aquí” desató espontáneamente el primero y uno de los pocos aplausos del público.

Milei empleó figuras retóricas clásicas que te recomiendo implementar por su potencia y facilidad de construcción. Una de ellas es la lista de 3. Ejemplos: «en Argentina hay demasiados juicios, demasiados trámites y demasiados impuestos», «Nuestro sistema impositivo es asfixiante, laberíntico e inestable». Otro recurso es el contraste (también llamado antítesis). ¿Como se construye? Ponés dos elementos uno al lado del otro para que se vea la diferencia(ir-venir; dia-noche, etc.), es importante que ambos tengan longitud similar para que la formula sea fácil de captar por la audiencia y genere impacto. Ejemplos: «No se le puede imponer a quienes pagarán impuestos en el futuro, solventar el despilfarro en el presente», «Un estado chico pero con funciones limitadas y claras, vale más que un estado gigante que dilapida recursos en tareas que benefician a unos pocos».

Otro caso fue: «se premia al que no hace y se castiga al que hace. Se beneficia al que no cumple mientras se perjudica al que cumple». Escritas y aisladas del contexto estas frases parecen sencillas e infantiles, pero en el marco de un discurso y pronunciadas de la manera correcta son fáciles de entender, se recuerdan y generan impacto. Curiosamente, en este último ejemplo, Milei continuó sin detenerse. «…al que cumple. Esta lógica perversa debe acabarse. Décimo…..» Antes de décimo, estaría el equivalente a un punto y aparte, o sea una pausa más larga. Milei no la hizo pero posiblemente el contraste anterior generó algo ya que se detuvo y ahí se escuchan los aplausos y vitoreos del público de fondo.

En la exposición del Presidente, hubo muy pocas interrupciones con aplausos tan habitual en estos discursos, una posible explicación es la poca variación en el ritmo y la entonación, así como la escasez de pausas en los momentos claves. Por eso, si vas a leer un discurso, esta bueno en algunos momentos frenar y levantar la vista.

No vamos a hacer un análisis de contenido, ni meternos en la discusión ideológica. Resaltaremos sí que a la par de la descripción e interpretación de la historia mechada con datos estadísticos, la combinación del lenguaje coloquial con referencias cultas y metáforas (esfuerzo ciclópeo, piedra de Sísifo, cita al libro de Salomón) otorgan un marco mítico más profundo. Esto potencia los discursos de mucha longitud.

Sobre la dicción

Se notaron en repetidas ocasiones fallas en la dicción y la articulación. En algunos pasajes no se entiende si habla de alfabetismo o analfabetismo. Otra falla común es no pronunciar las consonantes finales: “miles de renuncia(s)”, “pacto de caballero(s)”, “abandonar las receta(s)”, “en sus espalda(s)” por citar solo algunos de los ejemplos.

Esta cuestión no hay que sobredimensionarla (quizá muchos oyentes no la perciben) pero tampoco subestimarla. Un jefe de estado representa a un colectivo. Vos también podés tenerlas y con práctica, por ej. ejercicios de trabalenguas deberías quitártela porque lo que te desluce desluce a la organización o institución que representás. Yendo al caso del Presidente podemos decir por un lado que paga su inexperiencia retórica a diferencia de politicos de mayor trayectoria, y por el otro lado que él se quiere diferenciar de esos mismos políticos, como si lo importante no es hablar bonito sino otras cosas. De todas maneras, es esperable que con el ejercicio de la función tendrá que pronunciar muchos discursos e irá corrigiendo esos aspectos. Es facil para quienes observamos por tv notar esos detalles, muchas veces las emociones juegan una mala pasada al orador, pero con el tiempo, al habituarse se gestionan más esas emociones y allí todo lo que tenga que ver con la voz y el cuerpo es más fácil de gestionar.

A modo de cierre

En el minuto 12.55 del video, verás una pausa larga. Duda sobre la hoja que va a leer, parecería como si no estuviera seguro de que tiene que leer ahí o que algo pasó. No importa, después continúa normalmente. Lección para oradores/as: no hay que inquietarse si parece haber algún inconveniente, continúo con naturalidad. En los curso de oratoria decimos: «el problema no es caerse, es saberse levantar».

Contanos que te pareció el discurso. ¿Ves algunos ejemplos de tips para implementar o evitar?

Credito fotográfico: Cancillería

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