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A quienes deben convivir con el nerviosismo antes de hablar, les hará bien saber lo siguiente.

El estrés no es un acontecimiento absurdo de la naturaleza. Se puede facilitar a un animal una dosis suficiente de tranquilizantes con lo que, por ej. un antílope adquiere un estado tan equilibrado que ni siquiera siente miedo ante un león. Babuinos y tupayas sometidos al mismo tratamiento perdieron miedo ante congéneres más fuertes. Pero los tests de inteligencia realizados con ellos demostraron que su capacidad de aprendizaje se veía muy afectada por la indiferencia, pues no consideraban necesario esforzarse por aprender.

«Sin estrés la capacidad de aprendizaje se ve afectada ya que no se hace esfuerzo por aprender»

Consecuencia: Eliminar por completo el estrés significaría renunciar a una importante fuerza impulsora en el mecanismo de la vida. Algo de estrés, ese famoso hormigueo nervioso que padecen algunas personas, ese nerviosismo del actor antes de salir al escenario o del deportista antes de la competición, la excitación íntima anterior al comienzo de la realización de una tarea importante, todo eso resulta indispensable cuando se trata de demostrar lo que uno es capaz.


La gran tarea es la siguiente: tenemos que aprender a convivir con el estrés de manera que nos estimule pero no nos destruya. En los cursos de OratoriaenCordoba solemos decir que un poquito de miedo en la previa es bueno, «siempre que te vitalice y no te victimice«.

Si te interesa aprender a vencer el miedo a hablar en público y gestionarlo en la práctica concreta, llená el formulario de la página así te contactamos para informarte sobre los cursos de Oratoria en Córdoba.